Al borde del precipicio

Un viceconsejero por ahí. Otra por allá. Un director general florece; un secretario general técnico ve la luz, avanza hacia la luz. Bien, bien. Despacito pero con buena letra. En el mundo exterior las cosas están un tanto revueltas, pero señor mío, un Gobierno es como un sistema filosófico o una estantería de Ikea: requiere tiempo, paciencia, una lúcida y porfiada pachorra. Por ahí fuera, entretanto, pasan cosas. Cosas de cierta gravedad: en un plazo de quince días los Estados Unidos pueden declararse en suspensión de pagos, la Unión Europea se enfrenta a un salvaje recrudecimiento de la crisis de la deuda que amenaza con llevársela por delante, las bolsas se hunden, España alcanza una prima de riesgo de más de 370 puntos, aunque luego se estabiliza en 340. ¿Qué significa esto? Bueno, cada cien puntos de prima de riesgo son 12.500 millones de euros más que deberá asumir el Estado español en costes financieros. La deuda pública hay que devolverla con los consiguientes intereses. En este año España debe afrontar unos vencimientos de deuda de 80.000 millones de euros, el próximo 2012, la cifra se eleva a 90.000 millones. ¿Hay provisiones suficientes en el Tesoro Público? Los hay, pero el Tesoro Público necesita imperiosamente seguir colocando deuda. La próxima convocatoria, el día 21: obligaciones a 10 años. En el Ministerio de Economía y Hacienda reina el terror. ¿En qué condiciones podrán ser colocadas las obligaciones? ¿Qué interés habrá que ofrecer a los potenciales compradores? ¿Quién picará? ¿Y cómo se van a cumplir las previsiones de déficit público en esta situación? Y los pobres bancos, ¿cómo van a pedir prestado para pagar lo que deben pagar este año en concepto de deuda mayorista, más o menos unos 90.000 millones de euros? ¿Se comprende que en esta situación augurar una relajación del crédito a empresarios y ciudadanos ya ni siquiera supone un mal chiste?
La semana pasada la Comunidad autonómica canaria fue formalmente autorizada por el Gobierno central para emitir deuda por valor de 600 millones de euros. La estrategia del equipo de Jorge Rodríguez era desarrollar una emisión de 300 millones (“harán falta para el segundo semestre de 2011”) y dejar un colchoncito para más adelante. Nos vamos a quedar sin colchón, sin almohada y sin pijama. Nuestra bacinilla será nuestra propia cara. Pero la Romería de San Benito fue todo un éxito y las adjudicaciones del concurso de licencias de FM claman venganza.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General 1 comentario

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