Socialdemocracia maniatada

La reciente advertencia de Juan Fernando López Aguilar (“es mentira de que Canarias dispondrá de más fondos de la Unión Europea en los próximos años”) se me antoja irreprochable. El ejercicio 2015 forma parte del marco financiero plurianual (2014-2020) que tiene entre sus objetivos una progresiva  contención en inversión y gasto. Los 980.000 millones de euros aprobados significan un descenso del 3,5% al marco financiero anterior, un recorte impuesto por la presión de los contribuidores netos a las finanzas comunitarias, particularmente Alemania y el Reino Unido. La Comisión, presidida por el neoliberal más sonriente del continente, José Manuel Durao Barroso, le rompió el brazo a la Eurocámara. Fue una pésima noticia en su día — aunque para variar obtuvo un pálido reflejo en los medios de comunicación canarios — porque significó que la UE renunciaba a cualquier estrategia política anticíclica y optaba por poner la zancadilla al imprescindible esfuerzo de mayor integración política, fiscal o social. Esos 960.000 millones puede parecer una enormidad de pasta, pero solo representa el 1% del PIB de la Unión. López Aguilar simplemente recuerda la testaruda realidad frente a las desvergonzadas falsedades electorales del Partido Popular y sus candidatos.
En cambio resulta sumamente discutible que la corrección de esta situación, tal y como sostiene el eurodiputado socialista,  consista en votar en masa a los partidos socialdemócratas  para cambiar la “correlación de fuerzas” en la Eurocámara y conseguir así una amplia mayoría progresista. Me resisto a creer que López Aguilar crea que la cosa sea tan sencilla. Primero, porque por desgracia los intereses nacionales siguen manteniendo preeminencia sobre las convicciones partidistas y condicionan fuertemente – si no determinan con rigor mortis– la praxis parlamentaria de las organizaciones políticas, salvo para colar parches como ese ridículo fondo destinado al paro juvenil (6.000 miserables millones de euros). Y en ese sentido no existe eso que llaman los ilusos taumaturgos del periclitado europeismo “los socialistas europeos”. En segundo lugar está otra terca realidad que López Aguilar y sus compañeros obvian: la manifiesta incapacidad del centroizquierda en toda Europa para diseñar y sacar adelante una agenda política distinta a las prioridades esculpidas por la Comisión y la troika, tal y como demuestran las experiencias de Grecia, Portugal, España y ahora Francia. Es lo que Ludolfo Paramio ha llamado “la socialdemocracia maniatada”. Tan maniatada que los eurodiputados socialdemócratas ni siquiera votaron negativamente ese marco presupuestario 2014-2010 que ahora denuncia López Aguilar…

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?

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