José Luis Perestelo

Parricidio frustrado

Cuando Gombrowicz, después de treinta años de exilio, abandonó Argentina para regresar a Europa, un pequeño grupo de admiradores –todos los lectores que tenía en Buenos Aires – lo acompañaron hasta el puerto. En el último momento, cuando el barco ya se alejaba, Gombrowicz se asomó por la borda y les gritó a pleno pulmón: “¡Muchachos, maten a Borges!”. No era un mal consejo. Todos los hijos deben matar simbólicamente a su padre si quieren sobrevivirlo y, en último extremo, si quieren quererlo y aprender de él. Cuando eso no ocurre las consecuencias para padres, hijos y espíritus santos suelen ser desastrosas. José Luis Perestelo no se resolvió nunca a asesinar a Antonio Castro Cordobez, como no lo ha hecho Juan Ramón Hernández. Durante lustros Antonio Castro aplicó siempre la misma taimada metodología: uno y otro se echaban a pelear por la primogenitura, y cuando todo parecía saltar por los aires, el fundador de API aparecía sobre una nube, como un arcángel san Miguel con aire acondicionado incorporado a la espada, les afeaba la conducta e imponía el orden jerárquico y la frágil concordia. Ambos agachaban la cabeza hasta la próxima ocasión. Pero Perestelo ya está harto de bajar la cabeza.  Lo que no supo hacer en el interior de CC lo hará ahora desde fuera desdiciendo treinta años de militancia política. Y su objetivo será tirar desde el viaducto de Los Tilos esa matrioska que representa a Guadalupe González Taño, pero que en su interior acoge a Juan Ramón Hernández, que a su vez contiene a Antonio Castro Cordobez.
El tránsito de Perestelo a Nueva Canarias, al que seguirán un buen puñado de cargos y excargos públicos procedentes de Ican y la fanfarria de Impa, no tiene, por supuesto, ninguna justificación político-ideológica. Perestelo no ha sido jamás un nacionalista de izquierdas. Tampoco un gestor precisamente excepcional, sino un político de aguzada inteligencia y de una simpatía popular a prueba de rones y madrugadas. Su pase a Nueva Canarias es, para los coalicioneros, una noticia bastante más escalofriante que un entendimiento ocasional entre el PSOE y el PP en el Cabildo de La Palma. Un Perestelo candidato al Parlamento y a la corporación insular bajo las siglas de Nueva Canarias contribuiría decididamente a reducir los diputados de CC e incluso a perder su carácter de primera fuerza política en la isla en 2015.  Y todo por no haber matado a tiempo al padre. A un padre que, por supuesto, sigue convencido de su generosa, inocente, merecida eternidad.

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?

Incendio palmero

Las débiles esperanzas de un avance en las negociaciones entre Coalición Canaria y PSC-PSOE en La Palma que existían en la tarde de ayer fueron segadas por la tronante decisión de los socialistas de Los Llanos de Aridane, reunidos en asamblea, de rechazar cualquier acuerdo con los nacionalistas. En Los Llanos los coalicioneros obtuvieron 10 concejales, el PP 8 y el PSC 3. Noelia García Leal, la inteligente y dinámica candidata a la Alcaldía de los conservadores, ha ofrecido al pequeño grupo municipal socialista mucho más que el Coalición. El secretario general del PSC de La Palma, Manuel Marcos Pérez, se muestra incapaz de embridar a sus concejales y consejeros. En realidad Manuel Marcos Pérez es un secretario general que se ha consolidado como gestor de un largo y ceniciento ciclo de mediocridad política y derrotas electorales del socialismo palmero. Un secretario general que lo es porque nada se movía y nada parecía moverse, y en ese caso, carecía de importancia quién fuera secretario general. Pero en cuanto ha cambiado la situación Manuel Marcos Pérez, literalmente, no sabe qué hacer. La Agrupación Palmera de Independientes, y después CC, ha crecido municipalmente sobre el cadáver del PSC-PSOE en toda la Isla, y esos veinte y tantos años de escabechina acumulan heridas, humillaciones y frustraciones personales, profesionales y políticas. La reacción socialista – como ocurre en buena parte en Tenerife – es tribal y furibunda y clama venganza. No lo tiene fácil Manuel Marcos, no, pero no lo tendría tan dramáticamente difícil si contara con una autoridad que no fuera su sonrisa amarquesoteada.
Coalición ha ofrecido al PSC la Alcaldía de Santa Cruz de La Palma, pese a que los socialistas fueron tercera fuerza en el municipio de la capital y la vicepresidencia y diversas áreas relevantes en el Cabildo Insular. Los socialistas, como si oyeran un chipichipi, porque el joven aunque suficientemente derechista Asier Antona (el mismo que basó su campaña electoral en la denuncia panfletaria de la criminal connivencia entre CC y PSC) les garantiza un gobierno casi paritario en la corporación insular. La pregunta que flota entre las volutas negras de este incendio buhonero, en el que puede terminar ardiendo la existencia misma de Coalición Canaria como proyecto político en el Archipiélago, es si alguien, desde el mismo vértice de la organización palmera, está regando pólvora con gesto apesadumbrado, pero con una íntima, poderosa, vicepresidencial satisfacción.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General 1 comentario