José Miguel Pérez

El anexo secreto

Publicamos aquí un texto que lleva colgado en la web www. frikileakspatichacho.com más de mes y medio. No afirmamos que este documento sea falso; tampoco aseveramos rotundamente que sea un documento entitativa y metafísicamente real, pero ahí está, colgado en una página web, a la vista de todo el planeta, y suponemos razonablemente que si alguien publica algo en internet será porque es auténtico, aunque no sostenemos que sea auténtico ni mucho menos – el lector lo habrá quizás entendido ya –suscribimos la peregrina tesis de que se trata de una falsificación. Si publicamos este documento, en fin, es por su innegable interés público, ya que el interés público es una de nuestros objetivos principales, y si no fuera técnica y comercialmente inviable, publicaríamos todos los chascarrillos sobre nuestra desgraciada clase política que circulan por Internet, que los hay muchos y preocupantes, e incluso numerosos y alarmantes, por no decir incontables y angustiosos. Lo que sigue es el anexo secreto del programa de gobierno suscrito entre Coalición Canaria y el PSC-PSOE y en virtud del cual Paulino Rivero será investido presidente del Gobierno de Canarias.
Artículo 1. Todos los martes, antes del Consejo de Gobierno, el vicepresidente don José Miguel Pérez impartirá una lección de Historia de Canarias a don Paulino Rivero que abarcará entre 1450 y 1991. Inmediatamente después del Consejo de Gobierno el presidente don Paulino Rivero impartirá una lección de Historia de Canarias al vicepresidente del Gobierno don José Miguel Pérez desde 1991 hasta la actualidad.
Artículo 2. A partir de la toma de posesión de los nuevos consejeros Francisco Hernández Spínola no tendrá papada.
Artículo 3. Rechazada de mutuo acuerdo la constitución de una Oficina Antifraude, el Consejo de Gobierno dictará una orden antes del plazo de seis meses (renovables) para regular la actividad de los trileros en las calles y plazas del Archipiélago y de las churrerías en los puestos carnavaleros.
Artículo 4. La Vicepresidencia del Gobierno tendrá adscrita una Oficina del Entrenador Personal, con su correspondiente asignación presupuestaria, que tendrá como objetivo la plena forma física del Vicepresidente del Gobierno. Presidente y Vicepresidente acuerdan participar juntos en una maratón antes de finalizar 2013. Ninguno de los dos podrá superar en más de diez segundos la marca obtenida por el otro. A efectos de fiscalización se creará la Oficina Antifraude Deportivo, que estará constituida por dos consejeros de Coalición Canaria, dos consejeros del PSC-PSOE y estará presidida por don Paulino Rivero los lunes, miércoles y viernes y por don José Miguel Pérez los martes, jueves y sábados.
Artículo 5. Se presenta como sugerencia a debatir y, en su caso, aprobar en Consejo de Gobierno la oportunidad de identificar a los desempleados siguiendo el siguiente sistema. Aquellos desempleados que lo sean hasta el nombramiento de los nuevos consejeros del Ejecutivo deberán portar claramente en su indumentaria una estrella de siete puntas con las siglas CC bordadas en azul; aquellos ciudadanos que se queden en paro a partir de la constitución del nuevo Gobierno deberán portar claramente en su indumentaria una rosa con las siglas PSOE bordadas en rojo. Esta medida contribuirá a evitar las distorsiones estadísticas que puedan producirse sobre la situación de la población activa en Canarias y dejará patente la cohesión interna del Gobierno en una clara asunción de las responsabilidades.
Artículo 6. En el caso de que Milagros Luis Brito ocupe la Consejería de Sanidad los consejeros dispondrán de un seguro médico privado.
Artículo 7. Los muy previsibles recortes presupuestarios para 2012 serán achacados por los consejeros de ambas organizaciones políticas, en todas las comparecencias públicas, conferencias de prensa y notas informativas, sin excluir las redes sociales, a la presión injustificada e injustificable de los mercados internacionales y de las agencias de rating (Moody’s, S&P, Fitch) y nunca al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Artículo 8. El nuevo portavoz del grupo parlamentario socialista, don Julio Cruz, se dirigirá al Gobierno de espaldas, como los sacerdotes en los antiguos ritos cristianos, evitando así que entren en su campo de visión el presidente, don Paulino Rivero, y los consejeros de Coalición Canaria. La Mesa de la Cámara realizará las reformas necesarias en la tribuna de oradores para que el señor Cruz pueda realizar sus labor de fiscalización del Ejecutivo con todas las comodidades físicas y ergonómicas.
Artículo 9. El portavoz parlamentario de CC, don José Miguel Ruano, se comprometerá evitar en sus intervenciones públicas cualquier referencia a los Gobiernos socialistas y eludirá los chistes gomeros.
Artículo 10. En caso de ruptura del pacto, se intentará que parezca un accidente.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General ¿Qué opinas?

La encrucijada del PSC-PSOE

Larga, muy larga, fue la reunión de los secretarios generales de las organizaciones insulares del PSC-PSOE con la dirección federal el pasado viernes. Larga y accidentada. Mientras los secretarios generales escuchaban las perentorias reflexiones de Gaspar Zarrías (secretario de de Política Autonómica de la ejecutiva federal) y Pedro Hernando ( responsable de Política Municipal) el destino del centenario partido fundado por Pablo Iglesias se jugaba, se había jugado, a unos cientos de metros del restaurante que los convocó en una cena eterna, sin principio ni fin. A primera hora de la mañana, la reflexión silenciosa de algunos secretarios insulares había sido muy clara: “Estos pueden dejar de ser la dirección federal del PSOE en unos días, y si eso ocurre, ¿qué haremos sentados en Madrid?”. Antes del mediodía quedó clara la cosa. Una ojerosa Carme Chacón renunciaba a presentarse a las primarias. El golpe de mano organizado por varios dirigentes territoriales y encabezado por Patxi López, la amenaza de un congreso extraordinario que hubiera supuesto, en la práctica, la defenestración de Rodríguez Zapatero y su comité ejecutivo, aunque fuera al precio de unas elecciones generales anticipadas, había surtido su efecto. La amenaza del congreso extraordinario, arma de destrucción masiva de Alfredo Pérez Rucalcaba y sus secuaces, planteaba una disyuntiva brutal: o se retiraba Chacón o Rodríguez Zapatero era fulminado. Tenían mayoría de voluntades en el Comité Federal para ganar el pulso. Chacón se retiró. Los vacilantes ectoplasmas de Blanco Zarrías y Hernando volvieron a corporizarse como dirigentes. Lo mejor para el PSOE (en Canarias y en las Cortes) es pactar con CC. Oh, entendemos las dificultades. ¿Y la maravillosa oportunidad de deshacerse de los coalicioneros en cabildos y ayuntamientos? Encabezaríamos ocho ayuntamientos, ocho, incluido el de Santa Cruz. ¿Sabes que Cristina Tavío le ha ofrecido la Alcaldía de Santa Cruz a Julio Pérez? Y cogobernaríamos en cuatro ayuntamientos más. Y eso solo en Tenerife. Por supuesto, pero ¿quién está subiendo más en voto municipal en Tenerife o La Palma? ¿Nosotros o el PP? ¿Debemos fortalecer la base electoral del PP en los municipios de Canarias con esos pactos? Por supuesto que no hubo acuerdo. No era ni el momento ni el lugar, ni siquiera el objeto de la convocatoria. Lo que quería practicar Blanco era un poco de pedagogía política. Pedagogía política, hay que joderse. Vete e imparte la lección a tus alcaldes, a tus concejales, a tus agrupaciones locales. La decisión final será tomada el fin de semana y comunicada al comité ejecutivo que el PSC-PSOE celebrará el próximo lunes.
En todo caso, esa reunión entre dirigentes de la cúpula socialista y secretarios insulares, inédita en los anales de las relaciones entre la dirección federal y la organización socialista canaria, denotaba un hecho evidente, y es que José Miguel Pérez, secretario general de PSC, carece ahora mismo de cualquier autoridad más allá de Gran Canaria. Porque el mayor hundimiento del PSC-PSOE en el Archipiélago se produjo en Gran Canaria precisamente: de los 149.183 votos que se obtuvieron en 2007 al Parlamento (y siete diputados) se ha caído a 79.525 votos (y cuatro diputados) el pasado día 22. Más de 16 puntos porcentuales. En Tenerife, en cambio, aunque el desgaste electoral fue pronunciado, no llegó a la sima grancanaria: los 126.422 votos de 2007 se redujeron a 78.812, del 32,21% al 20,24%. Los socialistas tinerfeños debieron enfrentarse a una escisión importante, la protagonizada por SxT, que en los comicios a ayuntamientos y Cabildo Insular se aliaron con Izquierda Unida y Los Verdes. Y no contaban ni con el control ni los supuestos réditos del Cabildo y del ayuntamiento de la capital, como ocurría con los compañeros grancanarios. El desastre sin paliativos del PSC en Gran Canaria aguijonea aun más el hambre de autonomía de los socialistas tinerfeños. A sus ojos, un secretario general como José Miguel Pérez, derrotado fulminantemente en su propia circunscripción, nada tiene que decir sobre la política de alianzas en Tenerife.
Ocurrió así que, desde la misma noche electoral, recorrió el PSC de Tenerife una paradójica estampida de euforia. Hemos perdido, pero tenemos mucho que ganar. Aurelino Abreu, senador y presidente de la gestora del PSC de Tenerife, había avanzado ya su particular estratagema para desbancar a Ricardo Melchior y a CC del Cabildo Insular: si los nacionalistas no obtenían mayoría absoluta, convertiría a Antonio Alarcó en presidente, a cambio, como es obvio, de una amplia participación socialista en el gobierno insular. Alarcó nunca dijo que no, sino todo lo contrario. Los resultados electorales avalaban su enconado anhelo y sonreía y felicitaba a todo el mundo en la madrugada del domingo, sin excluir a Julio Pérez, quien inicialmente veía un pacto con el PP como la mejor opción de los socialistas chicharreros. Las alarmas de la dirección de CC comenzaron a activarse y en la mañana del lunes, muy a primera hora, se cruzaron llamadas telefónicas con Ferraz y alrededores. A partir de entonces los socialistas tinerfeños y palmeros (los más interesados en la expulsión de CC a los infiernos) se mostraron más cautos, pero no cambiaron sustancialmente de postura. Se sucedieron reuniones, conciábulos, ánimos y reproches, advertencias y chismes, llamadas telefónicas. En todo este activo y discreto guirigay ha jugado un papel especialmente relevante Francisco Hernández Spínola, curioso superviviente de secretarios generales (lo ha sido de Juan Carlos Alemán, de López Aguilar y ahora de José Miguel Pérez) y de sí mismo.
Hernández Spínola ha jugado a dos bandas. Por un lado, ha sido uno de los negociadores del PSC frente a CC para constituir un pacto de gobierno; por otro, no ha dejado de comprender, comprender muy intensamente, a sus compañeros tinerfeños proclives a un pacto con el PP, y hasta la noche del pasado jueves, en una de tantas reuniones extenuantes, afirmó que era abiertamente partidario del acuerdo con los conservadores en todos los ámbitos. Los peor pensados señalan que Hernández Spínola prefiere cerrar un pacto con el PP porque lo convertiría, casi inmediatamente, en vicepresidente del Gobierno, con José Miguel Pérez como presidente del Parlamento o, incluso, como mero presidente del grupo parlamentario socialista. Y una vez en esa posición, ¿por qué no soñar en la secretaria general del PSC el año que viene? Los menos malévolos, en cambio, remarcan que Hernández Spínola procura mantener todas las opciones abiertas al servicio de lo que mejor convenga al PSC-PSOE, pero éstos últimos están en minoría. Todos esperan de la dirección federal un pronunciamiento muy similar a este: a) El mejor pacto en el Gobierno autonómico es con Coalición Canaria; b) Es necesario pactar igualmente en los Cabildos de Tenerife y La Palma y en Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de La Palma para no estimular un acercamiento entre coalicioneros y conservadores; c) En el resto de las corporaciones, libertad ilimitada. No es del todo previsible lo que ocurrirá a partir de entonces. Entre otras razones, porque el PSC está bastante insatisfechos con las propuestas de Coalición: los nacionalistas, excepto en el Ejecutivo regional y en el ayuntamiento de Santa Cruz, no ceden las suficientes áreas de poder para calmar el apetito socialista. En realidad, y como principio, CC se ha comprometido a cogobiernos encabezados, en cada corporación, por la lista más votada. Y al PSC le arde particularmente la espina del Cabildo de Gran Canaria: la inactividad de CC a la hora de articular una mayoría capaz de asestarle a Bravo de Laguna una moción de censura para ser sustituido por un tripartido integrado por el PSOE, Nueva Canarias y CC. La actividad servil de Ignacio González, líder del CCN, para brindar a Bravo su consejero para cerrar una mayoría absoluta a irritado profundamente a la dirección de CC y a los socialistas grancanarios.
La crítica encrucijada del socialismo canario deja patente, con singular intensidad, su muy limitada identidad como proyecto político autónomo. El PSC pinta muy poco en el concierto del socialismo español. Solo hay que constatar cuántos militantes socialistas canarios ocupan secretarías de Estado, subsecretarias o direcciones generales. De la misma manera en que Juan Fernando López Aguilar fue un candidato presidencial impuesto desde Ferraz, para disgusto del propio interesado y asombro de la vieja guardia del socialismo isleño, la estrategia de los pactos y acuerdos políticos de 2011 se decide bajo la verticalista autoridad de la dirección federal. ¿Sería concebible que Zarrías y Hernando convocaran a una cena en Madrid a los secretarios generales del socialismo andaluz? ¿Lo toleraría José Antonio Griñán? El PSC-PSOE paga ahora amargamente un conjunto de errores, inercias, negligencias y autismos políticos y electorales que se remontan, realmente, a los tiempos en los que Jerónimo Saavedra (el mismo Saavedra que ahora, impúdicamente, se ha lanzado sobre la Autoridad Portuaria de Las Palmas para no verse sin sueldo y coche oficial) decidió no ejercer más como secretario general, salvo a efectos estrictamente personales, y dedicarse a sus ministerios en los últimos gobiernos de Felipe González.
Si finalmente José Manuel Soria cierra un pacto con el PSOE transformará su éxito electoral en un triunfo político cargado de inteligencia, astucia y sangre fría. Porque no solo logrará la Presidencia del Gobierno de Canarias, sino que someterá a sus dos adversarios políticos a un cúmulo de desgastes y tensiones difícilmente soportables sin graves consecuencias a corto y medio plazo. Su estrategia política en los últimos siete meses (la salida del Gobierno autonómico, su elección como candidatos de Bravo de Laguna y Juan José Cardona, su oferta a los socialistas) se ha revelado tan eficaz que, incluso si solo consigue en parte sus objetivos, es decir, si logra mayorías entre el PSOE y el PP en cabildos y ayuntamientos importantes, habrá conseguido mayores réditos políticos y propagandísticos que los cosechados por el PSC-PSOE con los 26 diputados alcanzados en 2007. Tanto los coalicioneros como los socialistas se empecinan en obviar esta evidencia. Ya decían algunos teólogos, hace varios siglos, que lo que más le conviene a Belcebú es que nadie crea que existe.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General 3 comentarios

Debates

Puede que estemos todos los periodistas firmando el manifiesto que impulsa la FAPE – “Sin preguntas no hay cobertura” – pero otros aspectos decisivos de la relación entre declaraciones políticas y actividad periodística seguimos uncidos al yugo obligatorio que marcan los candidatos y direcciones de los partidos. En Canarias – como ocurrirá en el resto de España – no van a celebrarse debates electorales. Se hará pasar como tales un conjunto de monólogos cronometrados en el que los candidatos aprovecharán para regurgitar titulares precocinados. Así ocurrió ayer en la SER: Paulino Rivero, José Miguel Pérez y José Manuel Soria se marcaron sus respectivas retahílas verbosas sin que en cada una de sus parrafadas se registraran referencias a los otros. Garrulería compartimentada. Gesto inútil el de acudir personalmente a los estudios de la cadena en Las Palmas: podrían haber enviado sus intervenciones en un CD. Solo en un momento Paulino Rivero quiso interrumpir a José Manuel Soria, que soltaba una de sus habituales malevolencias sobre el Servicio Canario de Salud, y el líder del PP le dijo que no podía interrumpirle, que no estaban en la televisión autonómica. Al parecer Rivero interrumpe a Soria en la televisión canaria todo el rato. Su modelo favorito, sin duda, es TeleMadrid.
Quizás sea Soria el candidato presidencial que mejor se adapta a este fraudulento modelo de debate, porque no está acostumbrado a interrupciones de ningún género. Me parece comprensible. Porque a Soria se le podría interrumpir para recordarle que en el organigrama de la RTVC siguen intactos y cobrando los cargos directivos que propuso el PP en 2007. Se le podría interrumpir para recordarle que el caso Lifeblood apestaba tanto que debió suspenderse el concurso de adjudicación del servicio de hemodiálisis para Gran Canaria y Lanzarote. Que durante su etapa como consejero de Economía y Hacienda solo se pasaba un par de veces a la semana por el despacho, entretenido en pasear su palmito vicepresidencial. Que su equipo dejó un agujero de decenas de millones de euros que obligó a un precipitado cierre presupuestario. Que los presupuestos generales para 2011 diseñados por Rosa Rodríguez y sus geniales mariachis eran una rocambolesca catástrofe al que se debió practicar una cirugía de emergencia para no paralizar la comunidad autonómica. Quizás Rivero o Pérez, por distintas razones, no estaban en disposición de interrumpirle con impertinentes obviedades pero, ¿dónde estamos los periodistas?

Publicado el por Alfonso González Jerez en General ¿Qué opinas?

Una catástrofe

No sé a quien se le ocurrió preguntarle a José Miguel Pérez si fue él, secretario general del PSC-PSOE, el que frustró aviesamente la entrevista entre José Luis Rodríguez Zapatero y Paulino Rivero. Presumiblemente a un bromista. Está bueno José Miguel Pérez para hacer o deshacer la agenda del presidente del Gobierno español. Pero la cuestión no deja de ser un tanto sintomática. Desde que se convirtió en el candidato presidencial de los socialistas canarios – y lo hizo por un procedimiento reglado y democráticamente irreprochable – José Miguel Pérez, asombrosamente, se encuentra siempre a la defensiva. Es el líder de un partido mayoritario en la Cámara regional, cuenta con el apoyo cerrado de su organización, está en condiciones de presentar una alternativa política y programática a dieciocho años ininterrumpidos de gobiernos coalicioneros con apoyos parlamentarios del PP, pero nada de eso sirve para evitar que le extraigan, como un diestro sacamuelas, preguntas incómodas ante las que se revuelve. Y no se trata únicamente de la difícil y compleja defensa del Gobierno socialista y de la praxis del PSOE durante la agónica crisis que está muy lejos de evaporarse.
La campaña electoral de José Miguel Pérez se despliega como una perfecta, reposada, casi irreprochable catástrofe. Canarias se encuentra en una angustiosa situación de emergencia social y económica, pero el secretario general del PSC-PSOE ha sido incapaz de presentar un programa de reformas políticas, administrativas, económicas, laborales y medioambientales a la altura de nuestras pavorosas circunstancias. Nada de nada. Ni un triste papelito. Volutas de humo que elevan a los cielos de la insignificancia generalidades y vaguedades que podría suscribir cualquiera y que, por tanto, a cualquiera deja indiferente. Ningún intento de aproximación a la sociedad civil. Ningún cuidado con santificar a ciertos imputados judiciales en las listas electorales. Y una renuncia explícita (eso sí) a patearse el Archipiélago y demostrar un liderazgo regional verosímil, dinámico, comprometido. José Miguel Pérez sufre picazones insoportables en cuanto se sube a un avión en Gando. Ha construido su liderazgo sobre la plataforma de la Presidencia de un Cabildo y le asalta el vértigo al abandonarla, lo que demuestra que no está entendiendo, desgraciadamente para el PSOE y la sociedad canaria, la compleja magnitud del reto que supuestamente ha asumido en los últimos años.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General ¿Qué opinas?

Encerradito

A José Miguel Pérez, candidato presidencial y secretario general del PSC-PSOE, convendría que le diera un aire. Porque el señor Pérez sufre cierta agorafobia que lo tiene encastillado en Gran Canaria, incluso en su despacho del Cabildo Insular, y tantas horas de aire viciado, es decir, lleno de partículas de tinta, sellos, expedientes y tiralevitas no le puede sentar bien a nadie. La prueba está en su reciente desayuno de trabajo con representantes de los medios de comunicación en un hotel junto a la playa de Las Canteras. Ni siquiera la potente y yodada ventilación marítima fue capaz de sacarlo de su letargo, porque entre cortaditos y croasanes, de repente, varios periodistas pudieron escucharle que estaba dispuesto a ser vicepresidente del Gobierno suscribiendo un pacto con una fuerza parlamentaria que sacara menos escaños que el PSOE. Por ejemplo – eso ya es suposición de un servidor –CC. Solo varias horas después José Miguel Pérez y sus asesores repararon en esta soberbia y al mismo tiempo mendiga estupidez, y explicó que no, que nada de eso, que él no quería ser presidente, sino que aspiraba a dirigir el Gobierno de Canarias. Alguien le había puesto un ventilador delante o lo había sometido a una ducha de agua fría.
Sorprendente campaña preelectoral la que está desarrollando José Miguel Pérez. No sale de Gran Canaria si no es indispensable. Claro que cuando ganó en buena lid la Secretaría General tampoco realizó el más tímido amago de patearse –como era su obligación – las organizaciones insulares y municipales socialistas. Fotos con Blanco y Pérez Rubalcaba pueblan sus dispositivos digitales, pero verlo con un alcalde majorero, gomero, palmero o tinerfeño es bastante más difícil. Está ahí, encerradito en su despacho, acudiendo a las convocatorias que se dictan desde Ferraz, y llamativamente ausente de las presentaciones de los candidatos de su partido en otras islas. No ha reparado en que el profundo desgaste del PSOE en España y el descrédito del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero le exigen precisamente, a él y a su equipo, un esfuerzo imprescindible y extenuante para demostrar que los socialistas son una alternativa rea, cuentan con un programa de reformas progresistas, disponen de un liderazgo de verdadera dimensión regional. Y en cambio comete contumazmente torpezas como cacarear sobre la creación de empleo – sin ofrecer, eso sí, medidas y acciones concretas – y oblitera sus fórmulas para defender los servicios públicos en el Archipiélago.
Si se despista será vicepresidente, en el mejor de los casos, por méritos electorales propios e intransferibles.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General 3 comentarios
« Anterior  1 2 3 4 5