Hacerse un Soria

Pues no hay ninguna moción de censura en ciernes contra Paulino Rivero, sino apenas un comentario de José Manuel Soria quien, tan sorianamente como siempre,  afirmó en una entrevista televisiva que varios diputados de CC se habían aproximado al PP para brindarle su voto en una censura parlamentaria al presidente. Soriano no precisó cuantas señorías le fueron a llorar con el cuchillo edípico en la mano. Por lo menos serían necesarios diez si pretendieran descabalgar a Rivero. Vamos, una maliciosa tontería del ministro de Industria. Todavía es más tonto relacionar esto con la trifulca intestina de Coalición Canaria en La Palma entre marquesotes de API y rapaduras de Ican, que no es sino el subproducto de la pérdida de poder municipal de los nacionalinsularistas palmeros y el cansancio irritado ante el interminable minué que bailan Antonio Castro y José Luis Perestelo pisándose todo lo que pueden y más. No habrá moción de censura en la segunda parte de la legislatura autonómica. Es mucho más probable – simplemente probable – una situación agónica – es decir, más agónica todavía – de gobierno en minoría.
Una facción minoritaria pero en auge en la dirección regional del PSOE promueve – o intenta promover – el abandono del Gobierno autonómico antes de fin de año, calcando la jugada que realizó Soria durante el anterior mandato. Suponen –acertadamente – que la situación económica y social, en el mejor de los casos, no mejorará sustancialmente hasta la primavera del 2015. Hacerse un Soria  –como lo llaman los graciosos – sería la estrategia más inteligente para usufructuar hasta el penúltimo instante las rentas de su participación en el Ejecutivo y al mismo tiempo no verse arrastrado por el rechazo crítico de una ciudadanía harta, asqueada y entrampada. El PSOE, además, cuenta con un conjunto de alianzas con CC en ayuntamientos y cabildos – al contrario de lo que le ocurría al PP en 2009 – que podría mantener, llegado el caso, o modificar en convivencia con los conservadores. Se trataría en realidad del comienzo del fin de una situación que ha caracterizado el ecosistema político canario desde 1993: esa posición de centralidad de Coalición Canaria que le ha permitido conservar la Presidencia ininterrumpidamente y elegir socio de gobierno. Este privilegio, a partir de 2015, quedará finiquitado, independientemente de que los coalicioneros consigan ser (o no) la primera fuerza parlamentaria de la región.

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?

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