Secreto

Imagínense ustedes que el Gobierno de Canarias estuviera negociando en un sótano oscuro y sin testigos con el Gobierno español modificaciones relevantes (o no) del Estatuto de Autonomía. Es algo muy similar a lo que está ocurriendo con las negociaciones sobre la renovación del Régimen Económico y Fiscal: nadie tiene puñetera idea de lo que está ocurriendo, y no pocos sospechan que lo peor es que no está ocurriendo nada. El REF representa una suerte de constitución económica del Archipiélago y ciertos aspectos del Estatuto de Autonomía resultarían incomprensibles – al margen de de la cita explícita al mismo en el artículo 46 – si no se le considerase implícitamente. El REF, por supuesto, cuenta con orígenes históricos que se encuadran en un conglomerado de intereses sociales concretos y su incardinación en España y en Europa como excepcionalidad convalidada por Madrid y Bruselas, su impacto articulador en el sistema económico isleño en definitiva, puede y debe ser objeto de críticas, entre las cuales no son las menores su ineficacia para potenciar la convergencia de Canarias con la media de inversión del Estado español, su nula utilidad para una redistribución de la riqueza o su aviesa capacidad para consolidar rentas de situación en beneficio de élites extractivas mientras contribuye a encorsetar el despliegue de nuevas fuerzas y actividades productivas.
En la reforma del REF Canarias se juega un futuro cada vez más estrecho, agónico y oscuro. Durante los últimos dos años el asombroso u oligofrénico debate político sobre la situación socioeconómica de Canarias ha estado capitalizado por prodigiosos planes de empleo, por advocaciones a la reforma de la Constitución, por sandeces sobre la limitación a la entrada de trabajadores extracomunitarios, por una reforma administrativa que no llega jamás, por cabildos presupuestariamente desfallecidos y ayuntamientos al borde del infarto financiero, por las rituales descalificaciones y deslegitimaciones entre gobierno y oposición. Sobre el REF, en cambio, ha vibrado un silencio casi inmaculado, como si se tratara de un juguete caro y roto al que nadie se acerca para no ser acusado posteriormente de los desperfectos. Un REF que debe estudiar y aprobar una Europa sumergida en una crisis cenagosa en la que no quiere oír hablar de excepciones fiscales, ayudas sistematizadas ni fondos de inversión. A ver si, en vez de ocultar información y hurtar un debate, los caballeros del Ministerio de Economía están escondiendo un cadáver.

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?

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