antisistemas

Incomprensión

Turbamulta, antisistemas, extrema izquierda. Son algunas de las expresiones derogatorias que están empleando dirigentes políticos, partidos y medios de comunicación sobre las protestas convocadas por la plataforma Democracia Real Ya. Los medios “progresistas” son menos brutales, por supuesto, pero su actitud es la de una temerosa y errátil expectativa. No entienden nada y no saben que no entienden nada. Son estúpidas las observaciones de Mariano Rajoy negando representatividad a los que protestan. Los manifestantes no pretenden representar a nadie que no sean ellos mismos. Una de sus principales denuncias consiste, precisamente, en la prostitución de la representatividad política en las democracias liberales y parlamentarias. Las palabras de Pérez Rubalcaba son apenas de una idiotez un poco más sofisticada. “Ahí hay muchos amigos nuestros que sabemos que están enfadados, pero…”. En las manifas y concentraciones el PSOE tiene poquísimos amigos y exvotantes. Votantes, desde luego, ninguno.
Este fenómeno tampoco es, como lo definía con palurdo ingenio un directivo de la Cope, “un mayo del 68 twitteado”. Las protestas de París bajo De Gaulle se materializaron en una sociedad próspera y con un Estado de Bienestar todavía en expansión; aquí y ahora, en cambio, se plantea la radical insatisfacción por un sistema político y económico que no cumplen con sus compromisos más evidentes e inmediatos: no hay trabajo, no hay estabilidad laboral, el acceso a la vivienda es una pesadilla, los créditos hipotecarios te dejan sin techo, los servicios sociales se degradan aceleradamente, la movilidad social está en abierta regresión, la pequeña y mediana empresa agoniza y los autónomas parecen una especie en vías de extinción. Casi todo va mal y, lo que es más exasperante, se pretende que se acepte esta situación pasiva y resignadamente mientras un sistema de partidos oligarquizados se dedica a luchar por el control corsario de las administraciones públicas lanzándose acusaciones de negligencia, ineptitud y corrupción generalmente intercambiables.
Algunos aventuran que las manifestaciones duraran poco. Otros que cesaran tras la hecatombe electoral del PSOE y la llegada de un PP hipervitaminado al poder. Lo dudo mucho. Y lo dudo porque, en los próximos meses, en el próximo año, las cosas van a empeorar. Y mucho.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General 2 comentarios