Caso Corredor

Los santos inocentes

Hay gentes que son muy selectivas sobre sus sospechas. Defienden noblemente una ética de la sospecha como principio de lucidez cívica siempre que se ajuste a sus convicciones ideológicas o, más frecuentemente, a los perjúmenes de los que abonan campañas publicitarias a través de amistades que van más allá o más acá de la muerte. Y así se ven deontológicamente obligados – lo suyo es un servicio público exquisitamente independiente, lo de lo demás, despreciable lameculismo mercenario — a lo siguiente:

1) La autoridad judicial termina todas las diligencias previas un año y medio antes de proceder a imputar a varias personas, entre ellas, un alcalde, Fernando Clavijo, que había sido elegido pocas semanas antes candidato a la Presidencia del Gobierno. El juez instructor eligió ese momento, y no otro, para proceder a las imputaciones y al levantamiento del secreto sumarial. No existe un trámite procesal intermedio entre las diligencias previas y la imputación. Esta circunstancia, tan clamorosamente llamativa, no merece absolutamente ninguna atención por los entusiastas de la sospecha. El juez sostiene en su auto, con cierta prolijidad, que no pudo hacerlo antes porque le faltaba un escáner. La mayoría de las fotocopiadoras disponen de la función de escáner, pero vaya usted a saber. Igual se atascó. Igual la fotocopiadora tiene sus propias sospechas, sus propias convicciones, sus pequeñas manías. No hay que tomárselo en cuenta. La vida de una fotocopiadora en un juzgado es muy dura.

2) Fernando Clavijo solicita ser interrogado cuanto antes por el juez. Esto, por supuesto, motiva cierto escándalo entre los santos inocentes. Es indiferente que se haya escrito hasta la saciedad que la lentitud caracolesca de la administración de Justicia en España actúa contra cualquier criterio de eficacia y eficiencia. Alguno de los santos inocentes lo ha escrito, incluso, cuando el imputado era él. Gracias a indignaciones y sarcasmos humeantes se hace pasar lo que es el derecho elemental de cualquier ciudadano por el privilegio intolerable de un político y tiro porque me toca. Siempre toca.

3) Para pasmo universal se descubre que el auto que autorizaba las escuchas telefónicas – y que hipotéticamente firmó la juez que inició la investigación — no figura en el sumario. Ah, da lo mismo. Está en sistema digital Atlante. Por desgracia lo que está en el sistema digital Atlante no es el auto, sino un mensaje de word sin firmar, así que debe hacerse un pequeño esfuerzo suplementario para que todo parezca normal. Por tanto se proclama que el auto jamás se extravió, contra las declaraciones explícitas en sentido contrario de la secretaria del juzgado. Es más, hay que escenificar un auto sacramental en la que el juez instructor da una lección de Derecho Procesal al asesor jurídico de uno de los imputados, expresidente del Tribunal Constitucional. El extravío del auto no agota su relevancia en que dicho documento ordena a la policía a montar las escuchas telefónicas, sino en que el mismo debe explicitarse debidamente la motivación justificativa de las mismas. Minucias de legüleyos empecinados en que no brillen la Verdad y la Justicia e que incluso tienen el descaro de cobrar a sus clientes. Palante.

4) El mismo día en que el juez reúne a las partes se hace público que la Fiscal Anticorrupción imputa a Clavijo de varios delitos más. Una vez más, no es así. Lo que hace la fiscal es solicitar que se le retire a Clavijo una de las imputaciones y que se investiguen varios puntos concretos de las conversaciones telefónicas grabadas por si pudieran encontrarse indicios delictivos.

Ah, ese periodismo que no pretende transmitir lo que ocurre, sino ser el acontecimiento mismo. Un periodismo que ignora u olvida que la única objetividad posible consiste en describir y transmitir lo que pasa con independencia de tus convicciones, y no guiado por ellas con el entusiasmo de un burro atado a una noria. Como decía Kart Kraus, en la distorsión de la realidad que practican en sus informaciones está la información verídica sobre la realidad. Sobre todo, por supuesto, de la suya.

 

http://youtu.be/W0WRfuDQHs4

 

 

 

 

 

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?