Crisis

La jauría

Un amigo se encoge de hombros y musita: “Pero si esto es lo que siempre repiten los socialdemócratas en coyunturas de crisis: hacerle el trabajo sucio a la derecha”. Mi amigo, al fin y al cabo, es un optimista. Todavía piensa que esto es una crisis, no una mutación histórica que acabará, más pronto que tarde, afectando a los sistemas políticos democráticos, a la titularidad pública de los servicios sociales y asistenciales, a nuestra visión de nosotros mismos y a la definitiva obsolescencia de los propios valores socialdemócrata. Esto no es una crisis cíclica, sino una crisis estructural, y en la noche oscura de los mercados todos los gatos son pardos, lleven cascabel liberal, conservador o socialdemócrata. José Luis Rodríguez Zapatero (como Papandreu en Grecia o Sócrates en Portugal) lo ha vuelto a demostrar, al igual que ha vuelto a desdecirse después de afirmar hace un par de semanas que el Gobierno no contemplaba nuevas medidas de ahorro. A partir de febrero los parados de larga duración dejarán de percibir los 426 euros de ayuda. Los mismos 426 euros que la exvicepresidenta, Fernández de la Vega, garantizó que se prolongarían “mientras fuera necesario”.
Alrededor de 600.000 personas en España (y varias decenas de miles de ciudadanos en Canarias) se quedarán sin un duro para enfrentarse al desempleo. Los sociólogos explican que la supervivencia de los desempleados pivota, precisamente, en dos soportes: los subsidios y la solidaridad en el ámbito familiar. A esta cantidad de personas al borde del abismo de la mendicidad habrá que sumar – según los cálculos de las centrales sindicales – otras 250.000 a finales del próximo año si la creación de puestos de trabajo sigue en negativo o simplemente estancada. Respecto a la solidaridad de las redes familiares, los rumores acerca del recorte de las pensiones – los abuelos representan un recurso económico nada despreciable para las familias desempleadas — señalan que el Gobierno se plantea un recorte medio del 10% a partir de enero, sin perjuicio de seguir metiendo tijera si los malabarismos para ajustar el déficit fiscal así lo demandan.
En un viejo cuento ruso, una madre escapa con sus hijos de una jauría de lobos conduciendo vertiginosamente un trineo. Como ve que las bestias se acercan empieza a sacrificar hijos tirándolos al camino. Rodríguez Zapatero nos está echando a los lobos sin pestañear, ni siquiera a la hora de mentir. Lo hace con una sonrisa de circunstancias. Mariano Rajoy lo haría fumándose un puro. Es la única diferencia.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General 4 comentarios

Un escupitajo

¿Dónde se ha metido José Manuel Soria? ¿Se ha encerrado en un sótano con una cinta corredora y una lata de salmón en escabeche hasta que comience la campaña electoral? ¿Será posible que nadie, absolutamente nadie del anterior y el actual Gobierno autonómico –cuesta distinguirlos – asuma la responsabilidad del presupuestazo, es decir, del abrupto cierre de los presupuestos generales del 2010 el pasado día 25 por el “ligero riesgo de incumplimiento” del compromiso sobre el déficit? ¿Pero no habíamos quedado, genios, que son ustedes unos genios, que Canarias era la comunidad autónoma más disciplinada fiscalmente, como decía y repetía y enfatizaba el mismísimo Soria, ese portento de la gestión pública, ese pedazo de Hayek que tuvo la mala suerte de nacer y crecer ultraperiférico y ceceante?
¿Y servirá para algo el brete en el que el Ejecutivo ha colocado a empresas de limpieza y seguridad, a pequeños y medianos proveedores, a compañías constructoras y a trabajadores autónomos – miles de puestos de trabajo en peligro inminente – o los 250 millones de euros presuntamente ahorrados se deslizarán hasta el próximo ejercicio presupuestario en una operación de magia potagia financiera? Aquí si puede hablarse de una desvergonzada conspiración de silencios entrelazados. Por supuesto los coalicioneros – con Paulino Rivero al frente – no están para dar explicaciones, ni tampoco lo hará el PP, ni es esperable que lo haga el PSOE. Al contrario: en una sorprendente pirueta, los socialistas canarios han felicitado al Ejecutivo regional por su muy madrugadora liquidación presupuestaria. Porque ese mecanismo extraordinario de ahorro y contención del gasto fue lo que le indicó Elena Salgado, la ministra de Economía, al perplejo y caricontecido consejero Jorge Rodríguez. Es asombroso que los socialistas se hayan corresponsabilizado hasta este punto de una política económica y presupuestaria no solo indiferente hasta anteayer a la crisis económica y a las previsiones racionales de ingresos y gastos a las que obligaba la recesión, sino inequívocamente errada para actuar, en los estrechos márgenes en que puede hacerlo el Gobierno canario, contra la destrucción del tejido empresarial, el desempleo galopante y la pauperización acelerada de las clases medias.
Tal y como ha expuesto el Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, la situación económica y social del Archipiélago demuestra sobradamente hoy que la planificación presupuestaria de los últimos tres años ha sido desafortunada. Un servidor diría más: salvo en las políticas activas de empleo, el Gobierno ha prescindido del instrumento presupuestario para encarar estratégicamente la crisis y los escenarios hipotéticos de la misma. Y todavía hay que aguantar que se nos diga que, con un crecimiento estimado del PIB del 0,4% en 2011, se crearán ahorita mismo 30.000 puestos de trabajo: una burla insultante para empresarios y trabajadores isleños. Una falsedad empapada en cinismo. Un escupitajo triunfal en el rostro de todos.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General 1 comentario
« Anterior  1 2 3 4 5 6 7