Impuestos

El penúltimo eructo

El presidente del Gobierno autonómico cuelga de su blog el anuncio de una bajada tributaria y entre todos – ya es un ritual – la convertimos automáticamente en una noticia. Cuando lo hace la sede parlamentaria ocurre exactamente lo mismo. El periodismo, que antes se ocupaba de preguntar, ahora queda reducido a modestas labores estenográficas. Porque, claro, si uno se toma la molestia de preguntar, el presidente del Gobierno regional no tiene absolutamente nada que decir, más que regurgitar de nuevo, entre sonrisas condescendientes, el mismo titular precocinado: que está a punto de presentar una rebaja fiscal por la que los ricos – como entiende todo el mundo –pagarán más que los pobres. La sabiduría hacendística de Robin Hood reducida a la mínima expresión verbal.

Paulino Rivero y sus presidenciales colaboradores no han adelantado el contenido específico de su propuesta. Ni siquiera lo ha hecho a su propio partido. Rivero contribuyó decididamente a la construcción y afianzamiento organizativo de Coalición Canaria, pero en cuanto llegó al poder autonómico consideró que su partido debía reducirse a una suerte de coros y danzas para cantar y bailar circunstancialmente sus ocurrencias y guardar un respetuoso silencio el resto del tiempo.  Ha sido su comportamiento en los últimos siete años y medio durante los cuales la reflexión política (y en general cualquier actividad no vegetativa) en la dirección coalicionera ha sido nula. En realidad Rivero ya subió el tramo autonómico del IRPF en el verano de 2012: los perceptores de más de 53.000 euros anuales pasaron de pagar del 21,15% al 22,58%. No supuso un suplemento importante en la recaudación; más relevante, en términos de ingresos, fue la subida del IGIC del 5% al 7%.  Y no la supuso porque los ciudadanos canarios con un salario superior a los 53.000 euros anuales son pocos: unos 18.000 aproximadamente en todo el Archipiélago. Los ricos, y sobre todos los muy ricos, no tienen precisamente en las nóminas su principal vía de aumento económico y patrimonial, como demuestra el aumento de millonarios isleños en el último lustro. Los euros que podrán arrancar Paulino Rivero y Javier González Ortiz son habas muy contadas que no servirán ni para tapar el más modesto agujero presupuestario, pero que quizás afecten al muy esclerótico consumo interno en las islas.

Más o menos da lo mismo. Rivero quería un titular más para su amplia colección de titulares adacadabrantes y, por supuesto, lo ha conseguido. Esa sarta de titulares con la que intenta ocultar desde su primer día de mandato la ausencia de proyecto político, solvencia intelectual y estrategia económica que han caracterizado los últimos y malhadados años de la Comunidad autonómica. Una raquítica reforma tributaria sin contenido, sin previsión de ingresos, sin relación coherente con el resto de la política económica. El nuevo eructo triunfal y ejemplarizante estallando en el vacío.

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?
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