índice de miseria

Pico y pala

A todas estas, el informe del Mercado Laboral de Afi- Aggett no dice nada nuevo sobre Canarias, sino confirma la desastrosa situación conocida por todos. La expresión “índice de miseria” resulta particularmente llamativa, pero en realidad es un indicador económico que relaciona sumatoriamente la tasa de desempleo y la inflación acumulada. Por ejemplo, el índice de miseria más alto que registró Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial se produjo en junio de 1980, en la etapa final del mandato presidencial de Carter, y alcanzó casi el 22%. Inicialmente su creador, el economista y asesor de la Casa Blanca, Arthur Okun, lo llamó “índice de malestar”, y en los últimos años ha sido modificado sustituyendo la inflación por el déficit público. Me parece de interés señalar que el índice de miseria no se refiere porcentualmente a la población. El índice de Canarias, según Afi-Aggett, se sitúa en el 30,61%, solo por debajo de Andalucía, pero eso no significa que el 30,61% de los canarios se encuentren instalados en la miseria y al borde de la inanición.
Esta crisis económica sigue avanzando en el Archipiélago hacia una situación de tormenta perfecta, en la cual la estanflación, una situación cada vez más probable, sería su síntoma más evidente: inflación creciente, estancamiento económico y paro. Es lo que tiene que pasar, lo que ocurrirá necesariamente, porque se ha decidido, particularmente desde el Gobierno autonómico y las administraciones públicas, que la mejor política consistía en una austeridad que no ha sido tal hasta anteayer y en un avestrucismo resignado a esperar que la recuperación económica de Europa nos rescatase del abismo con rollizos ejércitos de turistas. Una actitud demencial que se pagará muy cara en los próximos años. Ha sido estremecedor comprobar los fuegos de artificio lanzados por el éxito de una ocupación hotelera en un trance absolutamente coyuntural. Después del próximo verano nos espera un espectáculo cautivador: varios miles de personas perdiendo su pequeño refugio en ayuntamientos, cabildos y ayuntamientos. El primer objetivo serán los laborales fijos discontinuos. Pero se seguirá adelante. La subida de los combustibles, la delicadísima situación financiera de entidades como las cajas canarias, la congelación de los créditos, transformados ya en nieves perpetuas, el mantenimiento del paro y la degradación de los sistemas sociales y asistenciales indican que la crisis transformará estructuralmente esta sociedad. A pico y pala.

Publicado el por Alfonso González Jerez en General ¿Qué opinas?