Manuela Armas

El borrador de don Gregorio

Don Gregorio Cabrera Déniz, director general de Ordenación Educativa del Gobierno de Canarias, ha esculpido en mármol en los últimos años dos sentencias lacónicas, definitivas, terminantes. La primera, “no dejare ni las cenizas de los programas de Coalición Canaria en esta Consejería”; la segunda, “un director general no se reúne con técnicos”. Esta última aseveración, aunque efectivamente lapidaria, es en verdad llamativa, porque un director general, por la propia naturaleza de sus responsabilidades, se pasa la vida reuniéndose con los funcionarios técnicos, y no con archiduques austrohúngaros, secretarios generales de las Naciones Unidas o embajadores de la Santa Sede. Respecto a la primera sentencia la cosa tiene más enjundia.

Muchos profesores llevan varios días cabreados porque en el borrador que maneja la Consejería de Educación para ajustar la normativa canaria a la Ley Orgánica de Modificación de la LOE — conocida jacarandosamente como la LOMLOE —  desaparece la Geografía y la Historia de Canarias como asignatura obligatoria en la Enseñanza Secundaria (ESO). La señora Manuela Armas se ha quedado ligeramente traspuesta, porque desconocía (o poco menos) ese estúpido borrador, que es obra, precisamente, de don Gregorio Cabrera y un escogido equipo de técnicos que no le producen urticaria. Por eso mismo ha sido Cabrera el que, muy a su pesar, ha debido salir y explicar a los medios de comunicación que no pasa nada porque a) es un borrador, y b) la presencia de aprendizajes  (sic) relacionados con el patrimonio natural, social y cultural de Canarias en todas las etapas educativas “está garantizada en todos los currículos”. No se me antojan argumentos precisamente brillantes. Lo relevante de un borrador son las propuestas que incluye, no aquellas que ignora o margina; si alguien en el Ministerio de Educación propusiera la desaparición de la Historia de España con sandeces tan peregrinas (y esencialmente falsas) como las que esgrime el señor Cabrera sería corrido a gorrazos. Por supuesto el malestar y el rechazo no van a desaparecer, sino que se intensificarán durante las próximas semanas. En el espacio político CC, Nueva Canarias y Podemos han criticado duramente la propuesta. Manuela Armas, a la que no distingue precisamente una actitud resolutiva, ni siquiera ha asomado la cabeza fuera de su despacho.

El señor Cabrera dispone de una experiencia política previa a su llegada a la Dirección General de Ordenación que consume sus desvelos. En la pasada legislatura fue asesor adscrito a la Agencia Canaria de Calidad Universitaria y Evaluación Educativa, donde dejó clara su capacidad para flotar ligeramente por encima de la triste estatura de los mediocres mortales. Quizás puedan recordar que amenazó larga y accidentalmente con dimitir, hoy sí pero mañana no y viceversa, para forzar la dimisión de María José Guerra Palmero como consejera de Educación, obtenida finalmente en mayo de 2020.  Cabrera se fortificó en su departamento e intentó varias maniobras sobre distintos proyectos docentes tanto en la Consejería de Educación como en la Dirección General de Patrimonio Cultural, con desigual éxito. Por supuesto, la decisión de rebajar a asignatura optativa la Geografía y la Historia de Canarias no puede ni debe corresponderle a un director general que actúa más como un sectario prepotente que como un cargo público responsable, sensato y que prioriza los intereses educativos de su país.  Es insólito, es intolerable que se proponga abaratar y arrinconar la enseñanza de la geografía y la historiografía de Canarias – después de tantos años en los que el propio sistema educativo nos hurtaba nuestra realidad inmediata, es decir, todo lo que explica lo que somos hoy – sin un solo gesto de interlocución con la comunidad educativa. Ese borrador debe entrar en la trituradora de papel hoy. Y el señor Gregorio Cabrera  dimitir mañana.

 

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?