Contradicciones marginales (y 2)

La contradicción conceptual básica del documento de propuestas económicas pergeñado por Vicenç Navarro y Juan Torres para el debate en Podemos coincide, precisamente, con la del modelo clásico de socialdemocracia europea cuando intenta levantar cabeza en el siglo XXI: lo que es posible muy frecuentemente es indeseable, lo que es deseable no parece, en el mejor de los casos, demasiado posible. La ruptura de intereses comunes entre clases medias y clases trabajadoras, incluido un creciente precariado, la cesión de soberanía a entidades supranacionales como la Unión Europea que además evidencian errores y disfunciones en su diseño político e institucional, la financiarización de la economía y la sucesión de crisis económicas en el seno de una globalización huérfana de gobernanza racionalizadora han congelado hasta los huesos los objetivos socialdemócratas. Por eso mismo las propuestas cuasiprogramáticas de los profesores Navarro y Torres son de estirpe socialdemócrata y anhelan al mismo tiempo superar los límites de la socialdemocracia histórica sin demasiadas explicaciones ni precisiones.
El método principal de reactivación  de ambos profesores consiste en un estímulo masivo a la economía española inyectando dinero público. Los autores insisten en que existe margen de maniobra para ello si se considera que el gasto público social  por habitante es, en España, uno de los más bajos de la UE-15 mientras la recaudación fiscal en España resulta en doce puntos porcentuales inferior, como media, a la de Italia y Francia. Se suben los impuestos, por lo tanto, y habrá dinero para todo, incluyendo dos de las propuestas estrellas de Navarro y Torres: la contratación por el Estado de cientos de miles de personas (no funcionarios) y el establecimiento de una renta básica para desempleados de larga duración y ciudadanos en exclusión social. Pero no lo cuantifican. Igualar en España la presión fiscal de Francia, por ejemplo, podrían suponer recaudar entre 70.000 y 80.000 millones de euros suplementarios (y no a costa únicamente de las grandes fortunas o empresas multinacionales: el grueso debería venir de impuestos indirectos). Personalmente no creo que alcance – al menos en una legislatura –para cubrir objetivos tan ambiciosos y que tal vez podrían causar distorsiones graves económica y socialmente.  El documento que debatirá Podemos no las considera siquiera como hipótesis.  A menudo pretende hacer pasar operaciones aritméticas por análisis económico y entiende implícitamente que todas las externalidades de una política de amplio gasto social y estímulo monetario serán positivas.
Confiarlo todo a una política de estímulos – sin apenas mencionar el impacto en la economía de una estructuras institucional disfuncional y colonizada por los partidos, garantía normativa del capitalismo castizo –, aludir apenas a Europa – fiando una hipotética renegociación de la deuda externa a la búsqueda de aliados imaginarios en Bruselas o Estrasburgo –  casi no decir nada de la monstruosa deuda privada de empresas y particulares, caricaturizar el crédito bancario como un derecho cívico y eludir sin más la reforma de un mercado laboral crónicamente dualizado no convierten el documento de Navarro y Torres en un conjunto de propuestas enteramente rechazable ni, menos aun, intelectualmente deshonestas. Pero son olvidos y superficialidades que advierten de su debilidad analítica, su escasa articulación y su fideísmo un tanto delirante en los prodigios que derivarían de la posesión del Boletín Oficial del Estado.

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?

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