El incansable zahorí

Paulino Rivero continúa, inasequible al desaliento, practicando sus cabañuelas econométricas, que tantos hilarantes titulares nos han ofrecido durante sus ya casi siete años de mandato presidencial. Todas las hagiografías paulinistas – se prevén muchas y muy miniadas en los próximos meses, todas con imprimatur presupuestario – insisten en señalar la infinita prudencia del presidente, pero está visto que cuando toca hablar del futuro Rivero se desmelena y olvida cualquier circunspección. Ya que el presente es atroz y le persigue cual sanguinario muflón, intenta seducir al futuro contándole (y contándonos) lo bonito que es. En fin, Paulino Rivero, en ese recipiente electrónico donde lee las borlas de café y que otros llaman blog asegura que el PIB canario crecerá por encima del 2% el próximo año. Incluso, supuestamente, si Rivero es reelegido como jefe del Ejecutivo.
Es una reflexión curiosa la del presidente del Gobierno autonómico. Para este 2014 la Consejería de Economía y Hacienda ha previsto un crecimiento del 1,5%, “superior a la media española” según el acostumbrado latiguillo presidencial, que jamás utiliza, por ciento, para hablar del porcentaje de desempleados en el archipiélago. Pero la correlación entre incremento del PIB y crecimiento del empleo no significa causalidad. Se puede crecer en términos de Producto Interior Bruto y no generar empleo, y estas jobless recoveries, en Canarias, están estrechamente vinculadas a la explotación intensiva de la construcción y el turismo.  Curiosamente el año 2011 se cerró con un crecimiento del PIB del 2,1%, más o menos lo que vaticina nuestro entrañable guró sauzalero para 2015, y sin embargo se destruyeron unos 12.000 puestos de trabajo, superando así los 300.000 parados en las islas. No se trata de un prodigioso misterio. En primer lugar, el PIB no está creciendo: apenas está recuperándose de una evolución casi plana en los últimos ejercicios. En segundo lugar, el incremento del empleo es una función del crecimiento de la producción y de los costos laborales reales y el primero factor sigue deshinchándose en Canarias. Y, por último, los presupuestos autonómicos para 2011, sorprendentemente expansivos, aportaron capital suficiente – obra pública y fondos sociales — para mantener una tasa de crecimiento molona, pero sin contrapartidas sociales. Para aunar un crecimiento económico moderado y sostenido, creación de puestos de trabajo y recursos fiscales el Gobierno regional debería haber desarrollado un conjunto de reformas (institucionales, administrativas, tributarias, educativas) que son, precisamente, la que se ha abstenido de diseñar y ejecutar Paulino Rivero y su equipo. Esta crisis interminable ha sido estúpidamente desaprovechada por los responsables políticos y las élites empresariales del país. Puede que se crezca en los dos próximos años. Pero sin disminuir sustancialmente el paro. Será como andar de puntillas por un terreno sembrado de cristales y tachuelas.

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?

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