Viaje al centro de la jeta

Me gusta imaginar a José Antonio Valbuena y a Blas Trujillo leyendo al unísono, a la luz de una vela negra, el mensaje encriptado por Arne Saknussem que supo descifrar el profesor Otto Lidenbrock : “Desciende al cráter del Yocol de Sneffels, que la sombra del Scartaris acaricia antes de las calendas de julio, audaz viajero, y llegarás al centro de la Tierra, como he llegado yo”. Pero no, Valbuena y Trujillo no aparecieron sorprendentemente en Islandia por razones juliovernescas sino “para conocer de primera mano la pequeña isla de Heimaey y su experiencia tras la erupción volcánica de 1973 y tomar ideas de cara a la reconstrucción de La Palma después de lo ocurrido con el volcán de la Cumbre Vieja”.

Los consejeros del Gobierno autónomo se incorporaron a una misión institucional organizada por la Cámara de Comercio de Gran Canaria y el Consulado islandés en las islas. También se sumaron el viceconsejero de Transición Ecológica, Miguel Ángel Pérez, la directora general de Energía, Rosana Melián, y el Comisionado para la Reconstrucción de La Palma, Héctor Izquierdo.  Los políticos han emitido un comunicado muy cuco, pero lo que debería reclamárseles es un informa exhaustiva de esa primera mano tan curiosa, de los contactos establecidos y de la información obtenida, no una veintena de renglones bajo la el logotipo del Ejecutivo.  Una explicación, por ejemplo, de lo que hacía en esa visita el consejero de Sanidad, a no ser que se haya acercado a Islandia para emprender una profunda investigación sobre las aguas termales de la isla y sus efectos salutíferos. ¿No necesitaríamos, de verdad, aguas termales en Canarias? ¿Por qué no mimetizar con toda la energía geotérmica que tenemos la oferta termal de Islandia? No se entiende bien que ya metidos en la misión no los acompañasen Sebastián Franquis, Elena Máñez y Yaiza Castilla. Sobre todo la señora Yaiza Castilla. Con lo que le gusta una sauna a don Casimiro Curbelo.

Ahora mismo no está disponible más información sobre los resultados del viaje. No es que sea negativo intentar aprender de experiencias ajenas en la reconstrucción de un territorio tras una catastrófica erupción volcánica, por supuesto. Pero tal vez, solo tal vez, hubiera sido más inteligente y provechoso hacerlo antes y planificar esas incursiones: dentro de unos días se celebrará el primer aniversario del comienzo de la erupción, que se prolongó hasta principios de diciembre. Las preguntas, por supuesto, son obligatorias. ¿Sólo viajaron los cargos políticos? Le acompañó algún técnico vinculado directa o indirectamente con la reconstrucción de La Palma? ¿Cómo van a Islandia para esto dos consejeros, un viceconsejero y una directora general del Gobierno autónomo y no el presidente del Cabildo palmero o los alcaldes de los municipios afectados? Si se trata de un garbeo exclusivamente político (malo) al menos que sean invitados los responsables palmeros. Si se trata de anotar y contrastar experiencias y estrategias económicas, laborales o territoriales, que acudan los técnicos. ¿Está previsto ya aproximadamente algo de esto? ¿Se ha planteado seriamente una expedición de técnicos y especialistas de las administraciones públicas de Canarias a Islandia y su periferia? Una veintena de técnicos estudiando y absorbiendo información durante dos o tres semanas, por ejemplo. ¿O todo ha sido un rápido viajito al que se sumó el señor Trujillo porque es de natural novelero y jacarandoso?

Lo que ha ocurrido en La Palma – lo que sigue padeciendo la isla – merece un poco más de rigor, de respeto y de atención que la que cabe en una nota de prensa, en un titular zumbado, en una foto felices y sonrientes como si hubieran llegado al centro de la Tierra, al centro mismo de su jeta.       

 

 

Publicado el por Alfonso González Jerez en Retiro lo escrito ¿Qué opinas?

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